Como cada ano, cando comenzo a escribir este discursiño tan pouco formal, teño que facer memorio das persoas coas que convivín algo máis de catro horaa a semá e das vivencias que compartimos.
Este curso foi curioso por varias razóns:
A primeira é que non coñecía a case ninguén dos que iban a estar na miña clase de matemáticas e na miña titoría, quitando tres ou catro. Nin lles dera clase en anos anteriores, nin tan siquiera os coñecía dos pasillos, dado que a maioría chegaran noios ao centro o curso anterior. So tiña a referencia que me dera Rosa a súa titora de primeriro de que eran bos rapaces.
E a otra curiosidade (por rara) aínda máis salientable é que nunca mandei calar (salvo a Noemí), que é o primeiro que fago cando chego á aula. Esto que pode parecer unha gran virtude chegou a ser un pouco agobiante, dixera o que dixera nunca había resposta. Cheguei a pensar se estaría nunha película de Amenábar, que non sei se coñecedes, titulada "Los otros".
Sempre se mostraban impasibles...ata que un día preguntei se sabían cal era a derivada da secante, e dixestes que non. Eu contestei que tampouco... e mira por onde foi a frase clave: deuvos a risa.
Despois dixenlles que non había que sabela pero si saber chegar a ela utilizando o que xa sabían. É ese o camiño das matemáticas, e tambén por extensión o da vida: pensar, deducir, intuir, probar... e logo decidir. Se está ben, xa está. E se non está ben, volver a empezar por riba dos erros que cometimos antes.
Claro está que todo isto se fai apoiado nuns conceptos básicos que hai que aprender, os "malditos teoremas", que non se poden cambiar polos particulares de cada un, que desgraciadamente non existen.
Outro feito decisivo na nosa relación foi o gran regalo que me fixeron:
Dado que a moderna pizarra dixital ten un furado negro onde se perdía a miña ciencia, tiña que botar man moitas veces das tizas de cores, que algún outro profesor me roubaba do caixón, sempre coas mellores intencións.O que ocorreu foi que nas vísperas un exame cando entrei na clase, Santi todo formal e ceremonioso dixo que tiñag que dicirme algo que habían acordado por maioría;" Cielos, pensé, quieren cambiar el examen". Pero non era eso, era que a clase me regalaba dúas caixas de tizas de cores, e como ben apuntaban algúns non eran do "chino" senón que eran de marca.
Non sabedes a ilusión que me fixo, son esos pequeños detalles que nos alegran el día y a veces las semanas, y que marcan el punto de partida de una buena relación. Son hechos donde se dan a conocer las personas con las que estás trabajando, amables, educadas, nada protestones y lo más importante, bellísimos seres humanos honfestos incapaces de herir a los que les rodean.
Después de ese día y establecida la vía de comunicación todo fue sobre ruedas, unas veces cuesta arriba (exámenes, recuperaciones, nervios...) y otras un lindo paseo (los aprobados). Y yo siempre repitiendo: "tenéis que estudiar, que el tiempo pasa volando,...no queda nada, esto se acaba", y así desde diciembre.
Y ya estamos en el martes último, con el esperado final, con excelentes resultados para casi todos, fruto del estudio y del trabajo de la mayoría y un poco de la benevolencia por parte de los que os calificamos.
A unos pocos les volveremos a ver en unos meses para rematar lo que quedó incompleto. Yo espero que con un final feliz, solo queda un pequeño tirón.
Ahora es el momento en el que se habla tanto del futuro, de que vais a ser, de lo que tenéis que luchar y esforzaros por alcanzar vuetra META...Yo os diría que bien, pero que no olvidéis el camino por el que vais a transitar, lo que hay antes de la meta, el vivir ese período con ilusión, aprovechamiento y disfrute, ya que será una parte muy importante de vuestra vida.
¿Y la meta?.Solo es un nombre, porque cuando llegéis a ella igual la cambiaron de sitio o a vosotros os interesa pasar de largo o quedaros antes en un lugar que os guste.
La Vida es eso, un camino, no es una escalera que tengamos que subir, no es un escalafón.
Nadie tiene que llegar a ningún sitio, tiene que vivir agusto en todos los lugares por los que pasa.
Solo me queda desearos un feliz viaje. Y como siempre se acaba con una cita, yo lo voy a hacer con una muy científica, de ciencia-ficción: "Que la fuerza os acompañe".
Solo una cosa más para los padres y madres que tanto sufren con vosotros y ahora están disfrutando de su sacrificio: muchas gracias, a los que conozco y a los que no, a estos últimos supongo que no vienen por aquí porque saben lo que tienen en casa y con el boletín de notas ya tenían suficiente información. Que no se sientan mal si no pudieron venir. Y a algunos que vinieron, por favor, que no se sientan "madrastronas" por exigir esfuerzo a sus hijos, hoy recogen sus frutos.
Muchas gracias por vuestra atención.
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